El póker es uno de los juegos más excitantes que existen. Si no fuera así, no sería además uno de los juegos más jugados. Y si usted disfruta del póker de forma puntual o con amigos quizás no sea necesaria una gestión de dinero especial. Pero si usted juega bastante y, lo que es más importante, quiere ganar algo de dinero con ello, una buena y estratégica gestión del dinero se vuelve fundamental.
De más está decir que el póker presenta un gran riesgo de pérdida de dinero. Y es casi seguro que cada vez que se sienta a una mesa para jugar, uno o varios de sus oponentes tendrán un nivel superior al suyo. Por tanto, el autocontrol y la gestión de su dinero es una de sus mejores armas, y cualquier jugador experimentado le dirá lo mismo.
A continuación expondremos algunas de las reglas básicas que le permitirán establecer una mejor estrategia para controlar su dinero.
La primera y más importante regla: establezca sus límites y estrategia con anterioridad a la partida y con la mente fría. Escríbalo. Un papel o mejor aún, lleve un diario con sus pérdidas y beneficios. Estudie su estrategia, interiorícela y sea capaz de calcular el estado de su dinero rápidamente.
La segunda regla es la regla de oro, y la más difícil de seguir: nunca vaya en contra de su estrategia y nunca se la salte. Sepa de antemano que estará jugando contra sus emociones, que son un poderoso enemigo. Interiorice los motivos por los cuales no saltarse su estrategia es importante. Si no la respeta, no sirve para nada, y si toma en caliente decisiones que contravienen directrices que tomó con la mente fría y calculadora, estará inequívocamente cometiendo un error.
Lo siguiente, establezca su límite de pérdidas. Y para ello ha de tener en cuenta cuanto puede permitirse perder un una sesión de juego, sin que esto le suponga problemas en cada o a su salud mental, y además deberá pensar a largo plazo. Si su límite no le dejará. Jugar nuevamente durante un mes o dos, quizás sea mejor poner un límite más restrictivo, pero que le permita volver a jugar nuevamente otro día. Al fin y al cabo si juega muy poco, nunca podrá convertirse en un buen jugador. Obviamente si en cualquier momento de la partida ha perdido lo suficiente para llegar a este límite, retírese del juego sin mirar atrás, mañana será otro día. No intente recuperar todo lo perdido, casi nunca lo conseguirá durante esa misma sesión, sino que perderá mucho más.
No menos importante es el límite superior, es decir, en qué momento ha amasado suficientes ganancias como para retirarse. Es importante que establezca un límite realista, que a largo plazo le suponga beneficios aceptables y poder seguir jugando con frecuencia. Pero no espere volverse rico en cada sesión. Siempre retírese cuando lo consiga, incluso si lo hace muy pronto, al principio de la partida. Ser avaricioso sólo le llevará a perder dinero, si no tiene claro cuánto quiere ganar, no parará hasta perderlo todo.
El póker es un juego excitante y divertido, pero nunca olvide planificar, respetar sus planes y jugar con frialdad. Esto le permitirá no sólo ganar dinero, sino convertirse en mejor jugador, y así disfrutar más.